La afición de Nacional no se guardó nada. En medio de una victoria que no convenció, los hinchas tricolores le hicieron saber a la directiva su descontento con el rendimiento de dos figuras que llegaron con la etiqueta de refuerzo: Eduardo Vargas y Rómulo Otero. La noche de Copa Libertadores dejó más preguntas que certezas, y el grito de la tribuna resonó en los oídos de los dirigentes. ¿Serán capaces de revertir la situación o se avecinan cambios? 😬
La bronca en el Parque: '¡Esto no es lo que esperábamos!' 🗣️
El vicepresidente Flavio Perchman fue el blanco de las críticas al finalizar el partido frente a Atlético Nacional. Atrapado por periodistas y rodeado de hinchas furiosos, se vio obligado a repetir una y otra vez la palabra “lamentablemente” ante los reclamos. La afición, visiblemente frustrada, cuestionó la inversión realizada en ambos jugadores y exigió respuestas. “¡80 lucas! ¿Qué es esto? ¡Estamos en Nacional!”, fue uno de los gritos más contundentes que se escucharon.
El diagnóstico de la directiva y el cuerpo técnico 🧐
La realidad es que ni Vargas ni Otero han logrado cumplir con las expectativas generadas. Perchman admitió que ambos futbolistas no han mostrado el nivel esperado y anunció que se evaluarán sus situaciones al finalizar el Torneo Intermedio. El técnico Pablo Peirano, por su parte, defendió a sus jugadores y destacó el trabajo de Vargas, aunque reconoció la desaprobación del público. El presidente Ricardo Vairo también se pronunció, manifestando su "conciencia" sobre el descontento generalizado.
Números que no mienten 📊
Los datos confirman lo que muchos ya sospechaban. Otero ha jugado menos de la mitad de los minutos posibles en 20 partidos y solo ha convertido dos goles y dado una asistencia. Su costo por minuto jugado es altísimo, superando los US$ 700. La situación de Vargas es aún más preocupante: en 15 partidos apenas ha marcado dos goles y no completa un partido completo desde hace seis meses. Su costo por minuto superó los US$ 1.100. Los números no embellecen la realidad del “bombazo” que llegó a Uruguay.
¿Qué futuro les espera? 🤔
Las cláusulas de salida de ambos jugadores están a la vista, pero Perchman asegura no apurarse. Sin embargo, la presión de la hinchada es enorme y el rendimiento deportivo no da margen para la improvisación. La novela está servida y el futuro de Vargas y Otero en Nacional pende de un hilo. ¿Podrán revertir la situación y ganarse el cariño de la afición? O será que la directiva tomará una decisión drástica en el próximo mercado de pases? El tiempo dirá.
El peso de la expectativa 📉
Cuando Vargas llegó a Uruguay, la expectativa era máxima. Se hablaba de un jugador de jerarquía internacional que podía marcar la diferencia. Sin embargo, la realidad ha sido otra. Las lesiones, la falta de adaptación y el bajo rendimiento han empañado su imagen y frustrado a la afición. Lo mismo ocurre con Otero, quien a pesar de tener destellos de calidad, no ha logrado mostrar la regularidad necesaria para justificar su alto costo. Los hinchas se sienten decepcionados y exigen soluciones.
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