El 19 de abril de 1960 es una fecha marcada a fuego en la historia del fútbol sudamericano y, especialmente, en el corazón de los hinchas mirasoles. Este día, hace 65 años, se disputó el primer partido de la Copa Libertadores, un torneo que ha dejado huella en el continente. En aquella ocasión, el Estadio Centenario fue testigo de una goleada impresionante que quedará grabada en la memoria colectiva de los aficionados.
El Comienzo de una Era
El torneo, conocido originalmente como la Copa de Campeones de América, reunió a equipos de siete países: Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Uruguay. Peñarol, con su camiseta amarilla y negra, se erguía como fuerte candidato. En el debut, se enfrentó a Jorge Wilstermann y, tras un espectáculo memorable, se impuso con un abultado 7-1. 😍
Los goles de la jornada fueron obra de Carlos Borges, quien anotó en dos ocasiones, y el legendario Alberto Spencer, que se despachó con un póker de goles. Este triunfo no solo significó una victoria, sino que también marcó el inicio de la gloria para el club. Borges recuerda con emoción su primer gol en la competencia: "Lo hice en el arco de la Colombes a poco de comenzado el partido y me colgué del tejido para poder gritarlo. Se me erizó la piel. Es un orgullo personal para que mis nietos sepan quién fui", declaró.
Un Camino Lleno de Éxitos
La primera fase del torneo no fue fácil, pero Peñarol avanzó con determinación. Después de vencer a Wilstermann, el equipo se encontró en semifinales con San Lorenzo de Almagro, y tras empatar en ambos partidos, se tuvo que jugar un tercero para definir quién accedería a la gran final. El presidente del club mirasol, Washington Cataldi, ofreció a su contraparte argentino, Alberto Bove, la posibilidad de jugar en el Centenario, cediendo toda la recaudación. Curiosamente, el club argentino aceptó, y Peñarol se impuso nuevamente, esta vez por 2-1.
La Final y el Primer Título
El camino hacia la gloria culminó en la final contra Olimpia, donde el equipo uruguayo se llevó el primer título de la Copa Libertadores. En el partido de ida, ganó 1-0, y en el de vuelta, logró un empate 1-1. Así, Peñarol se consagró como el primer campeón de la historia de esta competencia, reafirmando su lugar en el fútbol sudamericano.
El delantero ecuatoriano Alberto Spencer no solo dejó su marca en la final, sino que se convirtió en el máximo goleador del torneo, con un total de siete tantos. Su legado en el club y en la historia del fútbol es indiscutible y sigue siendo motivo de orgullo para los hinchas hasta el día de hoy.
Recordando la Gloria
Hoy, al conmemorar estos 65 años del primer partido, los aficionados celebran no solo los logros del pasado, sino también la esencia de un club que ha sabido mantenerse en lo más alto del fútbol continental. Peñarol, a lo largo de su historia, ha demostrado ser un gigante en la competición y una fuente inagotable de emociones para su gente. La historia continúa, y el deseo de más triunfos sigue vivo en cada corazón aurinegro. 🖤💛
Así, el legado de la Copa Libertadores sigue fortalecido por aquellos grandes momentos, y cada año que pasa, los hinchas se llenan de orgullo al recordar ese glorioso inicio en el Centenario, donde comenzó todo. ¡Viva el fútbol y viva Peñarol!
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