El mercado de pases en Uruguay está a punto de vivir un terremoto. Peñarol tendría todo encaminado para sumar a Diego Laxalt, un jugador con experiencia europea y selección uruguaya, para la temporada 2026. La negociación avanza, pero hay un detalle que podría complicar el acuerdo: la duración del contrato. Mientras el futbolista y su representante, Ariel Krasouski, buscan un vínculo a largo plazo, el club aurinegro analiza las opciones.
Lo cierto es que Laxalt ya está en Uruguay. Llegó la semana pasada para pasar las fiestas con su familia, pero no vino de vacaciones: trajo todo su equipaje. Desde agosto, cuando terminó su contrato con el Dynamo de Moscú, el uruguayo de 32 años (cumplirá 33 en febrero) es jugador libre. La pelota está en la cancha de Peñarol, que tiene una propuesta sobre la mesa y altas chances de concretar el fichaje.
Nacional quedó en el camino
El interés de Nacional por Laxalt fue real, pero no pasó de un contacto inicial. Según fuentes cercanas al jugador, el Bolso se comunicó con su representante, pero nunca presentó una oferta formal. Mientras tanto, Peñarol sí dio el paso adelante y ahora negocia los detalles finales. La experiencia del jugador en Europa y su versatilidad en el mediocampo son un plus para el Carbonero.
Laxalt no es un desconocido en el fútbol uruguayo. Formado en Defensor Sporting, emigró a Europa a los 20 años y desarrolló una carrera destacada en Italia, pasando por equipos como Inter de Milán, Bologna, Empoli, Génova y Milan. También tuvo un paso por el Torino y el Celtic de Escocia, antes de recalar en Rusia. Su último club, el Dynamo de Moscú, lo fichó en 2021 por 3,5 millones de euros.
La selección y su presente
Con la Celeste, Laxalt fue citado por primera vez bajo la era de Óscar Tabárez y disputó 25 partidos, incluyendo cuatro en el Mundial de Rusia 2018. Su última convocatoria fue en un amistoso contra Argentina en noviembre de 2019. Sin embargo, en los últimos tiempos, su participación en cancha fue limitada. "Este año he jugado muy poco. Sufrí un esguince de tobillo en la pretemporada y eso me dejó fuera tres meses", admitió en diálogo con El Espectador Deportes.
A pesar de los contratiempos, el jugador asegura estar en condiciones: "Estoy entero y con mentalidad profesional". En el Dynamo de Moscú, actuó principalmente como volante central, aunque se siente cómodo en múltiples posiciones: "De doble cinco o con tres volantes. Hoy también me considero mediocampista". Su adaptabilidad podría ser clave para Peñarol, que busca reforzar su mediocampo de cara a la próxima temporada.
El futuro en Peñarol
Si el acuerdo se concreta, Laxalt sería un refuerzo de jerarquía para el Carbonero. Su experiencia en Europa y su conocimiento del fútbol uruguayo lo convierten en una pieza valiosa. Sin embargo, el principal escollo es la duración del contrato. Mientras el jugador busca seguridad a largo plazo, Peñarol evalúa las opciones con cautela.
El tiempo apremia. La temporada 2026 está a la vuelta de la esquina, y Peñarol necesita definir su plantel. Laxalt podría ser la sorpresa del mercado, pero todo dependerá de cómo se resuelvan las negociaciones en los próximos días. Lo que es seguro es que, si llega, el Carbonero sumará un jugador con hambre de revancha y ganas de demostrar que aún tiene mucho fútbol por delante.

















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