La emoción está en el aire mientras el equipo de Peñarol aterriza en Buenos Aires para enfrentar a Vélez Sarsfield en la primera fecha del grupo H de la Copa Libertadores de América, a disputarse este miércoles a las 19:00 horas en el Estadio José Amalfitani. La delegación llegó con la esperanza de que este torneo internacional sea la oportunidad ideal para revertir la mala racha que ha afectado al club en el inicio de la temporada local.
Un notable protagonista del viaje fue Jorge Barrera, el expresidente del club, quien mostró su pasión y entusiasmo desde el momento en que el chárter despegó. Su presencia en el vuelo, especialmente junto a su hijo Juanpi, no solo brindó un ambiente festivo sino que también revitalizó el espíritu del equipo y la delegación.
Barrera no dudó en entonar una de las canciones favoritas de la hinchada mirasol, que celebra el orgullo de ser de Peñarol: “Esta locura ya no puede parar porque se lleva en la sangre“, resonó en el avión, contagiando a todos los presentes con su fervor.
El expresidente también tuvo la oportunidad de dirigirse a los medios una vez aterrizados, donde se refirió a las expectativas del partido y al presente del equipo. Hizo especial énfasis en la importancia de un buen resultado, recordando que todos los hinchas desean ver a su equipo triunfar, independientemente de quién marque el gol. Si bien destacó el potencial del jugador Leo Fernández, quien ha estado bajo presión debido a su rendimiento, Barrera sentenció que “nos da lo mismo a los hinchas de Peñarol” cómo llegue el gol, siempre y cuando el resultado sea positivo.
Barrera es consciente del esfuerzo que el club ha invertido en Fernández y espera que el delantero encuentre la confianza necesaria para brillar nuevamente en el campo. No obstante, dejó claro que la celebración será la misma, sin importar quién aporte el ansiado gol: “Lo vamos a gritar de la misma forma, si es Leo Fernández, si es (Leandro) Umpiérrez”, enfatizó con una risa amistosa, mostrando el espíritu solidario que se vive en la institución.
A medida que el partido se acerca, la expectativa crece y el plantel se siente respaldado por una hinchada que sigue soñando con volver a estar en la cima del continente. Con la vitalidad de Barrera y el deseo de la afición, Peñarol se prepara para dar lo mejor en esta nueva aventura copera, con la ambición de conquistar nuevamente a los corazones aurinegros y dejar atrás la crisis que ha marcado su inicio de temporada. La Copa Libertadores siempre trae consigo la esperanza, y los mirasoles están listos para luchar.
Comentarios: