El fútbol uruguayo siempre está lleno de sorpresas, y las revelaciones de sus jugadores no dejan de captar la atención de los aficionados. Recientemente, Octavio Rivero, delantero que ha dejado huella en el balompié nacional, hizo una confesión que dejó a muchos con la boca abierta: estuvo muy cerca de unirse a Peñarol después de su paso por Nacional. Esta revelación ha generado un gran revuelo, teniendo en cuenta la rivalidad histórica entre ambos clubes.
Rivero, quien actualmente brilla en el Barcelona de Guayaquil, recordó que en 2024 se mostró “entusiasmado con la idea de jugar en Peñarol”. El jugador mantuvo conversaciones con el entrenador Diego Aguirre, pero finalmente no se concretó su incorporación al club carbonero. Las demoras en el proceso fueron un factor determinante y, como resultado, terminó cerrando un acuerdo con Defensor Sporting.
Su carrera ha sido una travesía marcada por varias etapas en diferentes equipos, pero su paso por Nacional, aunque breve, dejó un impacto. El atacante hizo una reflexión sobre su tiempo en el club, afirmando que a pesar de los problemas personales que enfrentó, guarda un gran recuerdo de su experiencia. Reconoció que su etapa en el equipo tricolor fue complicada y mencionó que “jugué poco y me quedé con un sabor amargo”.
A lo largo de su trayectoria, Rivero ha estado en diferentes ligas, desde su inicio en Central Español hasta su paso por clubes en México y Chile. En Nacional, su aporte fue significativo, aunque su paso fue breve, logrando 5 goles en un corto período. No obstante, su éxito contrastó con la falta de continuidad que deseaba, lo que lo llevó a buscar nuevas oportunidades.
En la actualidad, Rivero ha encontrado su lugar en el Barcelona de Guayaquil, donde ha destacado en la Copa Libertadores, anotando goles importantes que han contribuido al buen desempeño de su equipo. Al hablar de su presente, enfatizó que ha encontrado en el Barcelona un club espectacular, con un gran respaldo de la afición que lo acompaña tanto de local como de visitante.
Las palabras de Rivero sobre su curiosidad de jugar en Peñarol no solo muestran su deseo de unirse a un club histórico, sino también reflejan la dinámica de su carrera en el fútbol. Con la mirada puesta en el futuro, el atacante sigue disfrutando del presente en Ecuador mientras los hinchas de Nacional y Peñarol continúan recordando su paso por la liga uruguaya.
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