El delantero chileno Eduardo Vargas tuvo su esperado debut con la camiseta de Nacional en el clásico frente a Peñarol, un encuentro que se disputó en el Gran Parque Central. Sin embargo, su actuación no fue la que muchos esperaban, ya que el jugador mostró signos de falta de ritmo tras haber estado inactivo durante tres meses.
Vargas ingresó en el minuto 70, sustituyendo al colombiano Diego Herazo, en un momento crucial del partido que se encontraba empatado 1-1. A pesar de las expectativas generadas por su llegada al club, el atacante de 35 años no logró impactar el juego de manera significativa.
Después del encuentro, Vargas reconoció que aún le falta trabajo físico, afirmando que “todavía me falta ritmo“. Este comentario refleja su autocrítica y la realidad de haber estado alejado de la competencia oficial desde el 8 de diciembre, cuando jugó su último partido con Atlético Mineiro en Brasil.
El entrenador de Nacional, Martín Lasarte, también se pronunció sobre la situación de Vargas, indicando que “quedó claro que todavía le falta trabajo“.
Lasarte subrayó que, por el momento, el delantero está preparado para jugar entre 20 y 25 minutos, lo que limita su participación en los próximos encuentros. Esta situación plantea un desafío tanto para el jugador como para el cuerpo técnico, que deberá encontrar la manera de integrarlo progresivamente al equipo.
La llegada del futbolista chileno fue considerada una gran incorporación para Nacional, que busca reforzar su ataque en el Torneo Apertura.
Sin embargo, la falta de ritmo competitivo podría retrasar su adaptación y rendimiento en el campo. Los hinchas esperan que, con el tiempo y el trabajo adecuado, Vargas pueda recuperar su mejor forma y convertirse en un jugador clave para el equipo.
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