El fútbol uruguayo dice adiós a un gran referente. Diego Polenta, a sus 33 años, ha tomado la sorpresiva decisión de colgar los botines y despedirse de Nacional, el club que lo vio crecer y brillar. La noticia ha dejado perplejos a los hinchas, quienes no esperaban un anuncio de esta magnitud en un momento tan delicado para la institución.
La decisión fue comunicada directamente por el defensor al área deportiva del club y a sus compañeros de equipo. Su retiro se produce tras una serie de acontecimientos que han marcado la temporada, incluyendo su expulsión en el partido del pasado domingo contra Juventud de Las Piedras, un encuentro que terminó en una dura derrota para los tricolores. En ese partido, Polenta apenas estuvo en el campo dos minutos antes de recibir una tarjeta roja que complicó aún más la situación del equipo.
El contexto en el que ocurre su retirada no es el más favorable. El club atraviesa una crisis deportiva, con un rendimiento que ha dejado mucho que desear. Polenta, quien fue capitán y líder en el vestuario, había mostrado un desempeño irregular en las últimas jornadas, lo que generó críticas tanto de la afición como de la prensa deportiva. Este retiro pone fin a una etapa en la que el zaguero pasó de ser un pilar del equipo a un jugador cuestionado.
La salida del entrenador Martín Lasarte, además del revés en la Copa Libertadores ante Atlético Nacional, han sumado incertidumbre al ambiente. A pesar de que Polenta había extendido su vínculo con el club hasta finales de este año, sus últimas actuaciones llevaron a una evaluación crítica de su futuro. La combinación de circunstancias ha llevado al futbolista a hacer un alto en su carrera y considerar que es el momento de cerrar este capítulo.
Polenta deja una huella importante en la historia de Nacional. A lo largo de su trayectoria, ha sido un jugador esencial en la defensa tricolor, contribuyendo con su liderazgo y su carácter en momentos decisivos. Su figura siempre será recordada por los aficionados, quienes ahora se ven ante la realidad de un equipo que deberá reinventarse tras la partida de uno de sus emblemas.
Desde la hinchada hasta sus compañeros de equipo, todos lamentan la noticia de su retiro. El club deberá ahora buscar reemplazos y adaptarse a una nueva realidad en la que la ausencia de Polenta se sentirá en el campo de juego y en el vestuario. Su despedida marca el final de una era, y la espera por el futuro de Nacional se torna cada vez más incierta.
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